Cuarenta años cocinando recuerdos

Cuarenta inviernos lleva el Virrey Palafox acogiendo a sus vecinos y amigos en las Jornadas de la Matanza que durante más de tres meses se celebran todos los fines de semana en El Burgo de Osma.
Fue en 1974 cuando la familia Martínez Soto comenzó con esta mezcla de tradición y rito gastronómico que conmemora las célebres matanzas del cerdo que se celebraban en todos los rincones de España. Eran los años en los que el cerdo era la fuente de alimentación de muchas familias.
Y lo que comenzó como una fiesta familiar se popularizó en los años ochenta para convertirse, a día de hoy, en uno de los mayores eventos gastronómicos de nuestro país: Es en la tradición, en el amparo del cuidado de un mito añejo, donde reside la calidad y la templanza de estas jornadas.
El Virrey Palafox cuida hasta el más mínimo detalle para que todo siga vivo de la misma manera que hace cuarenta años.
Comienza el rito al son de las gaitas con la propia matanza del cerdo al estilo tradicional y termina alrededor de una mesa, como debe ser, degustando los más de veinte platos que conforman el menú de las Jornadas Rito Gastronómicas de la Matanza del Virrey Palafox.
Una mezcla de tradición y sabor

Camilo José Cela, Chumi Chumez, Luis del Olmo y un sinfín de personalidades han pasado por las mesas de una fiesta gastronómica que lleva viva cuarenta años. Todo, para no perderse un evento que trasciende la gastronomía para convertirse en una forma de ver la vida.
Así, las Jornadas de la Matanza del Virrey Palafox han recibido multitud de galardones en estos cuarenta años: Desde el Premio Alimentos de España, concedido por el Ministerio de Agricultura a la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, concedida a Gil Martínez Soto por el Ministerio de Trabajo, el Premio a la Empresa Destacada por su Seguridad Alimentaria, concedida por la Federación Nacional de Hostelería, o el premio de la Fundación Cándido a la Innovación Gastronómica y Turística.
Pero de todos, el mejor premio que poseen las Jornadas de la Matanza son los cientos de miles de personas que han pasado por los salones del Virrey Palafox en estos cuarenta años. Son ellos los que han contribuido a que este evento haya perdurado en el tiempo sin perder ni una pizca de sus orígenes. Es su presencia la que hace que a día de hoy siga siendo un verdadero espectáculo de tradición, fiesta y sabor que se mantiene vivo en el Burgo de Osma.
Porque, como dice la canción, cuarenta años no es nada. Y, como dice el refrán, “otro año como es de ley, hace matanza el Virrey”.